Los inodoros suspendidos sirven tanto para ahorrar espacio como para dar al baño un toque moderno y mejorar el confort del mismo.
Dependiendo del espacio del cuarto de baño, la necesidad de ganar espacio es muy importante. Si además se elimina la cisterna a vista y se suspende el inodoro, se gana amplitud en el mismo.
Tanto si el baño es pequeño como si no, tener más espacio en el baño ayuda a moverse más cómodamente por la estancia y a tener más sensación de bienestar.
Una de las tendencias más actuales en cuanto a decoración de baños es cambiar los clásicos inodoros por unos inodoros suspendidos. Esta clase de opciones resultan mucho más vistosas para cualquier baño, sea grande o de reducidas dimensiones.
La estética de los inodoros suspendidos es que cuentan con la cisterna oculta, haciendo que las líneas sean mucho más limpias que en los convencionales, por lo que se ha convertido en un must.
Si aunamos la tendencia de los inodoros suspendidos, con el recubrimiento metalizado, obtendrás un producto de alto standing que centrará todas las miradas.
Los inodoros suspendidos están disponibles en muchos tamaños diferentes, por lo que puedes elegir el que mejor se ajuste a tu espacio, aunque se recomienda que para utilizar el wc de manera cómoda, hay que dejar una distancia mínima de 50 cm delante del inodoro y 20 cm alrededor.
Los inodoros suspendidos son visualmente muy ligeros, ya que levitan sobre el suelo y poseen proporciones que hacen el espacio más elegante al prescindir de apoyo en el suelo.
También son más fáciles de limpiar, ya que la suciedad no se acumula en los recovecos.
Algunas de sus desventajas es que la instalación es más compleja que los inodoros clásicos, ya que en ocasiones, cuando la vivienda tiene tabiques de obra, instalar inodoros suspendidos no resulta una tarea rápida, encareciendo así el precio de la instalación.
Otra de las desventajas es que, al principio, la sensación de estar suspendido no agrada a todo el mundo y puede generar inseguridad.
La instalación de inodoros suspendidos se lleva a cabo en varias etapas: en primer lugar hay que extraer el antiguo inodoro, después hay que adaptar la fontanería al nuevo modelo de inodoro para posteriormente instalar el depósito, el bastidor y el mecanismo, revestimiento del bastidor e instalación de la taza del inodoro, la placa de descarga y el asiento.
Si optas por comprar inodoros suspendidos pero quieres darle un toque sofisticado y elegante, los recubrimientos metálicos con la tecnología PVD, son siempre atrevidos y cautivadores, perfectos para añadir valor y gran funcionalidad a la decoración, dotando al espacio de personalidad propia.
